sábado, 3 de enero de 2009

El asesinato mas viejo del mundo


Lo horrorosamente peculiar del aborto provocado contemporáneo es que sea contemplado por la ley no como la interrupción de la vida de “alguien” sino como la preeminencia de un presunto derecho de los padres embarazados a dejar de ser padres.


Siempre han existido abortos, desde que existe el pecado en el mundo, desde que hay personas que se ganan la vida vendiendo el cuerpo y matando el alma, desde que existen la mentira, la envidia y el homicidio. Lo malo, lo peor, es que ahora quieren hacernos creer que la ley, el Estado de Derecho, el orden constitucional y la guardia civil han de tolerar, cuando no alentar, ese crimen que consiste en matar al ser humano más inocente.

Conviene recordar que todo el movimiento pro-vida nació como tal para llevar la contraria a una política pro-muerte. Que surgió como una voz eminentemente política. Luego, con el paso de los años, se ha ido ramificando para tratar de cubrir los diversos frentes de un problema cada vez más enconado. Y por eso hay una educación pro-vida, y una propaganda pro-vida, y una labor asistencial pro-vida, y hasta una espiritualidad pro-vida. Todo eso está muy bien y es muy necesario siempre que no se olvide que el movimiento pro-vida se formó, sencillamente, para cambiar una ley injusta.

Otro día intentaré explicarles –y explicarme- por qué el derecho a la vida no es defendido con vigor por ninguno de los partidos parlamentarios que hay en España.

F. Javier Garisoain Otero

Licenciado en Historia y político
PUBLICADO EN COPE.ES